Iglesia de la Santa Cruz

Esta iglesia para la feligresía irlandesa, erigida entre 1890 y 1896 por los Padres Pasionistas, fue proyectada por el arquitecto Edwin Arthur Merry y construida por Tomás Burbridge y Haines. Inspirado en el templo neoyorkino de la orden, el proyecto Neogótico inglés consiste en naves ojivales y una torre adosada a la fachada con rosetón que simboliza el Pentecostés, realizado, como las vidrieras, por la Casa Early & Co. de Dublín. El retablo luce un gran arco apuntado con flecos de tracería y una pintura de Jesús en el Huerto de los Olivos, flanqueada por nichos trilobulados y gabletes con los apóstoles; el altar mayor es de mármol calado con diseños celtas y ángeles reclinados. El bello púlpito de ónix, con figuras de Jesús y los evangelistas, fue tallado por Juan Bertini; el Vía Crucis es del alemán Enrique Eberle, y las pinturas de los altares laterales del belga E. van de Brande.

 

Esta iglesia y residencia de retiro se hizo célebre por ser uno de los centros de resistencia activa al terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar. Entre el 8 de y el 10 de diciembre de 1977 fueron secuestradas y desaparecidas por un grupo de tareas al mando del genocida Alfredo Astiz las madres de Plaza de Mayo María Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga, la activista de derechos humanos Ángela Auad y las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, que tenían allí su lugar de reunión. Los restos de las cuatro primeras fueron hallados y se encuentran enterrados en la iglesia.

 

Sergio López Martínez